EL DON QUE LA VIDA NOS HA REGALADO
Por: José Luis Aguirre Alvis
Don es un tipo de obsequio muy especial, y su origen es únicamente divino, viene de Dios como un regalo que nos entrega para saberlo aprovechar justamente en su nombre…
Los dones no se generan voluntariamente sino se despiertan, porque ellos nos acompañan desde el mismo momento de nuestra concepción y están fijados en nuestro ser esperando que algo los active, algo los avive, para poder ser lo que realmente son: cualidades divinas de nuestra propia naturaleza.
Hay dones variados según las personalidades y características de las personas. Así, hay dones para las letras, la música, la danza, así como para un sinfín de tareas y oficios que se emprenden con entrega, con profunda pasión.
Pero hay un don, que nos precede al mismo hecho de nuestra concepción y nacimiento, y este es el don de la palabra… La palabra que no se traduce solamente en la expresión verbal, sino en la cualidad de expresarse que sale de cada ser y se manifiesta en múltiples formas, viene de mucho antes de que uno mismo fuera siquiera proyectado como un nuevo ser…. La palabra como don se inició en el mismo hecho de la voluntad divina de crear la especie humana, pues la palabra parte en el mismo instante en que las cosas fueron hechas. La palabra es el soplo de vida de Dios que nos da existencia hecho por esencia relacional. Nadie es para sí, sino para ser en contacto, en relación y coexistencia con los demás. Entonces el don de la palabra es un doble obsequio nos hace ser sujetos con consciencia y amor, así como nos deja ser en proyecto de vínculo con los demás.
La palabra es también Verbo, y este Verbo como propuesta y mensaje se hace carne en Cristo, Jesús el perfecto comunicador. Y el anuncio de su ser-palabra traducido en el anuncio de la Buena Noticia, la mejor de todas, es su proyecto de liberación de toda forma de muerte. Liberación de toda forma de muerte gracias a la palabra. Estamos llamados a romper el silencio de la muerte con la palabra.
Cada uno de los que abrazan el oficio de comunicadores sociales justamente son herederos de ese gran regalo, el don de la palabra, que ocupa la totalidad de su ser y les asigna la tarea de ser liberadores de una forma de silencio muerte asumiendo la misma misión de Jesús.
Que el don que hemos recibido, que hemos descubierto y hemos avivado, y que cada día hemos puesto en acción, como compañeros en un proyecto de comunicación en servicio de los demás no se apague nunca, porque es el mejor regalo que pudimos recibir de Dios para servir desde la belleza de la palabra que no es otra cosa que la presencia misma de nuestro creador.
Bendiciones del Creador, y gracias a cada uno y cada una de ustedes, amigos, hermanos y hermanas del SECRAD, por creer en algo más que una utopía… creer que nuestro mayor don es ser para estar en relación, y relación de servicio con los demás. Felicidades y que la vida nos siga teniendo juntos construyendo desde la palabra nuestro mayor sentido de existencia.
La Paz, 30 de marzo de 2021
Fotos del recuerdo compartidas por todos los Secratenses